Bueno me gustaría explicar que una de las razones por las cuales no he publicado nada en estos días es porque he estado trabajando desde el miércoles de esta semana que acaba de pasar, y que ha sido mi cumpleaños el día sábado anterior... y he estado tratando de hacer los preparativos durante los días anteriores; valió la pena porque fue una gran fiesta; lleno de gente, de trago, un desorden total... tal que mi madre me ha estado jodiendo por cómo deje la casa en la mañana del Domingo
¿Qué puedo decir? I'm party animal =D ... ¡No! Nada que ver, no soy nada parecido... ni estoy cerca a serlo, pero sí; este año fue un fiestón con bastante amigos, primos, gente que no conocía... etcétera etcétera.
La casa terminó patas arriba, como se dice acá en Perú. Hecha un desastre total... el baño era inutilizable por la suciedad que había. El piso de mi cocina es blanco, pero terminó de un tono gris; lo que pasa es que justo ese día había estado lloviendo y la gente entraba con los zapatos sucios, más todo lo que ensuciaban... ¡woow! fue desastroso.
Admitiré que me divertí como mierda, nunca antes había bailado tanto (3 canciones) por voluntad propia, me reí con todo mi grupo, conversé con todos, estuve de aquí para allá con las distintas personas...
Algo importante es que realicé mi fiesta con una amiga... ¡DEMASIADO F*CKING LINDA!... que dada las casualidades de la vida, su cumpleaños fue el primero de este mes; y como no hizo nada, pues decidimos hacer una fiesta juntos, planearla bien, invitar a nuestra gente, con todo y evento en facebook. Es por eso también que había gente que no conocía para nada en mi casa, y bueno... ni les hablé, ni nada de eso.
Pero he aquí mi duda existencial...
Cada vez que uno decide mandarse con la tarea de realizar un evento. Lo que sea, cumpleaños, reunión, chupeta, almuerzo, cena familiar, cena formal, cena de negocios, un desayuno y cosas así... pues ¿qué pasa?
Primero, se tiene que invertir una dicha suma de dinero para comprar el bendito alcohol, los vasos, accesorios, luces, sonido, etc.
Segundo, uno planea bien su evento... qué se hará, cómo se hará, dónde se hará, CON QUIÉN lo harás, y... A QUIÉNES invitar.*
- Aquí la duda; uno tiene que adecuar los recursos que tenga disponibles para que el evento se lleve de la mejor manera posible; no necesariamente lo que uno posee es lo mejor, o más eficiente para dicho evento; hay que agregar cosas, hay que quitar cosas, hay que mover cosas... ¡cosas que pesan mucho! Por esto la razón de quién tiene que ayudarte con todas estas tareas, además no siempre de la forma en que uno dispone necesariamente es la mejor, la gente que te ayude debe darte ideas de cómo sería mejor. Pero tiene que ayudar... a cargar lo que pese.
- ¿Quién invitar? Es una de las mejores preguntas que tienes que hacerte a la hora de realizar un evento... acá suceden muchas cosas, porque las decisiones que tomes afectarán la susceptibilidad de las personas que te rodean, o de las que creías que te rodean.
A la hora del evento pueden pasar muchas cosas como que se aparezcan personas que no invitaste, o lo que creo que es igual de dañino... que no vengan aquellas personas a las que sí invitaste.
Yo creo que para que tu fiesta quede perfecta, tienes que aprender a separar a tus amigos (o conocidos, como yo les llamo).
Lo más fácil de hacer es separar al grupo en dos.
I) Los que sí te caen bien.
II) Los que no te caen bien.
Otro método que también es indispensable a la hora de invitar gente es dividirlos en el grado de probabilidad en que puedan asistir al evento. Están los que viven muy lejos y no hay forma de que quieran ir a menos que verdaderamente lo deseen, están los que viven cerca y no querrán ir, y también están aquellos que viven ni tan lejos, ni tan cerca; pero que puede o no que tengan que hacer otra cosa.
Entonces quedaría hacerlo así.
1) Definitivamente viene.
2) Fácil que sí se aparece.
3) Difícil que se aparezca.
4) Definitivamente no viene.
Obviamente que no quisieras que la persona que te guste este en posición cuatro; pero incluso si así fuese el caso, estoy seguro que no te importará y tú, todo bestia, colocarás a la persona en posición uno porque crees que siendo optimista cambiarás la realidad. Déjame decirte que deberías pensar en suicidarte o algo por el estilo.
Ahora, el último paso para que tu fiesta resulté ser divertida para todos, incluyéndote; porque uno puede hacer la fiesta del año con harta gente linda, los mejores tragos, seguridad, y muchas cosas más; pero ¿de qué sirve si no te diviertes tú? si la música no te gusta, sí a la gente no le caes bien o si la gente no comparte tus ideas o ese tipo de cosas. ¿Ven? Entonces se los divide así:
A) Los que comparte mis gustos.
B) Los que pueden divertirse con mis gustos.
C) Los que no les gusta lo que me gusta.
Lo mejor de todo es juntar estos tres métodos en uno sólo.
Entonces viendo este recuadro... Obviamente si eres bruto no lo comprenderás; pero la respuesta es fácil...
Las personas que verdaderamente quieres en tu fiesta deben ser las rayas verdes en la parte del cuadro negro que se encuentre en el lado rojo.
Las rayas marrones representan a la mayoría de personas que en realidad acuden a tu fiesta, no necesariamente les gustan tus gustos, pero están dispuestos a divertirse.
Las rayas celestes son los que nadie les habla, nadie los quiere... pero de cuando en cuando terminan apareciendo.
Lo que debes hacer es colocar a las personas que más te importe ver en una fiesta en los cuadros negros y rosado; tienes que hacerte amigos de ellos a cómo de lugar, para que en el momento de tu evento... tengan si quiera la decencia de aparecerse.
Con la gente que no te cae muy bien debes hacer lo posible durante un buen tiempo en ignorarlos y cosas así, cosa que ellas mismas se van poniendo en los cuadros amarillos y morado claro. Así, lo único que haces es extenderle una invitación formal; pero se duda mucho que en realidad acudan.
¡Ahora! Lo que verdaderamente pasa en las fiestas es que se aparezcan personas del cuadro azul y del cuadro rojo, ¿por qué vendrían las del cuadro azul? Bueno, por muchas cosas, quizás una de ellas es que a ti no te caen bien, pero son muy muy muy amigos de alguien que sí te cae o que más o menos le hablas fluido.
Obviamente, a primera vista los indeseables son aquellos rayas celestes en los cuadros amarillo y lila claro que pertenezcan a la sección azul. Esos sí que nadie quiere verlos porque su sola presencia te afecta tanto que te angustias, te da estrés y muy probablemente hasta lloras.
Otra cosa muy probable es que la persona que más te guste este ubicada en la zona amarilla, y tendrías muy mala suerte si pertenece al cuadro morado claro. Si fuese así, ya depende mucho de ti en mandarte a traerlo o traerla. Y si él o ella, es una raya celeste no vale la pena en recogerlo.
Yo sé muy bien que la vida es cruel, y todo tipo de personas de toda condición estarán en tu evento; lo único que te queda en hacer como persona decente es... [mandar a la mierda a quien no te cae]... lidiar lo mejor posible con la situación. No puedes pasarla mal, si tú eres el organizador del evento.
Por último, tratándose de ti, las posibilidades de que alguien acuda a uno de tus eventos es muy baja, sino inviertes mucho en alcohol y cosas divertidas para la fiesta pues te aseguro que la pasarás como todos los años anteriores, sólo, triste y abandonado... ¡nadie te saludará si es tu cumpleaños! porque nadie se acordará; excepto si tienes facebook que solo caga todos mis planes malvados y les recuerda el cumpleaños de todos a todo el mundo.
Algo que quería comentarles antes de irme a cagar o a hacer otra cosa más importante...
Me paso algo extraño este año al hacer mi evento. Invite a una cierta cantidad de personas en las cuales obviamente me agrada su presencia y definitivamente venían; olvidé invitar a quienes pensé que no vendrían... así que ni les comente de mi fiesta.
Por alguna razón de la vida se enteraron que iba a hacer algo, en mi casa... de todas maneras no se aparecieron, pero mediante el facebook vi sus conversaciones de esperando que los invité. ¡Cómo jodían! No los invité de todas maneras por muchas razones, y es que a algunos viven por acá (a 10 casas), pero nos les hablo mucho, o nunca ellos me han invitado a sus chupetas... entonces ¿para qué? De todas maneras, hay otra gente que me parece que se ha ofendido por no haberles invitado... y ahora ni me dirigen la palabra. ¡¿Qué puedo hacer?!
En conclusión... inversión decente y buena gente es lo que necesita todo evento; ya depende de ti a quien invites y a quien no, hay que ser muy exclusivo con esto.
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