sábado, 10 de noviembre de 2012

HELL OR WIN

31  de Octubre del 2013; 11:46 pm


La noche era lúgubre, y se prestaba para que todas aquellas almas salgan a hacer travesuras. 
Una densa neblina sobrevolaba aquel cementerio; se podía escuchar claramente como el viento soplaba y pasaba a través de los matorrales y ramas, su silbido era algo tétrico, haciendo más espeluznante la noche. 
Era pleno otoño en Arlington, el frío entumecía cualquier cuerpo que se quede quieto por unos pocos minutos; sin embargo, había un extraño personaje sentado en una lápida, tranquilo; como si el lugar donde está ubicado fuese ajeno.
Arlington era muy oscuro, sin farol alguno para que ilumine, las calles que rodena el cementerio se encuentra distante desde el medio de este. Sin embargo cuando el viento dejaba de soplar, y todo estaba callado... se podía escuchar algunos coches que andaban cerca al lugar, algunos jóvenes yendo a una fiesta o reunión. 
Unos se divierten, mientras otros estamos apunto de lograr algo impensable... - pensaba aquel personaje, mientras se acomodaba su larga caballera. 

Ya habían pasado más de 5 minutos y el cielo empezaba a llenarse de nubes negras.
¿Lluvia? - se pregunto el personaje - Así se disipará la niebla... quizás sea mejor así.
El viento sopló fuertemente, haciendo que los chillidos se hagan más tétricos incluso... El ruido le ponía los pelos de punta a cualquiera... pero la sombra en la lápida incluso sonreía. 

Ya es el momento - dijo aquella sombra, mientras se quitaba sus audífonos y veía la hora en el Ipod. 
¡Sí! - Respondió una voz chillona y burlona; mientras salía del suelo. 
No importa cuanto tiempo pases, no hay forma de acostumbrarse a ese olor - replico la sombra que ya se había levantado de la lápida.

La criatura ya había emergido completamente del suelo. ¡Era enorme! Era una criatura parecida a un simio, de pelaje plateado, de ojos desorbitados y azules; la parte que debería ser clara era de una tonalidad roja pálida en la criatura. Tenía una boca grande, casi de extremo a extremo de su rostro, una nariz ancha y chata. Unas manos y pies enormes, de brazos muy largos y piernas un poco cortas para su contextura. Se veía como una criatura bastante fuerte dado lo tonificado de sus músculos en los brazos, abdomen, piernas, espalda, etc. al parecer la especialidad de la criatura era la lucha cuerpo a cuerpo.

Te ves más grande ahora - dijo la sombra que salía de la neblina - y tus ojos están brillando, al parecer no puedes contener la emoción.
Estás en lo cierto - respondió la bestia, mientras se rascaba la cabeza - solo falta un minuto para nuestro encuentro, y ya no puedo contener la ansiedad. 
¿Sabes que haber elegido esta fecha me pone en ventaja? - Aclaro la muchacha que salía de entre la densa neblina. Era alta y delgada, de tez canela, andaba bronceada; su larga cabellera era de un negro muy fuerte, pero que a la vez tenía cierto brillo. Vestía una falda larga de color beige con adornos de un marrón claro, propia de los nativos apaches; portaba una blusa beige y un chaleco de piel de zorro. Tenía un sujetador de cabello que hacía juego con su falda ya que también tenía adornos apaches.
La bestia había puesto una sonrisa macabra y no apartaba la mirada de la muchacha. 
La chica solo lo acarició en el lomo. Y luego empezó a alejarse por detrás de la bestia.

Espera - dijo la bestia, ahora con una voz completamente distinta; era el acento de una persona que mostraba preocupación - da lo mejor de ti ahora, porque no habrá un después; conoces las reglas.
No te preocupes - dijo la muchacha quien ya estaba a varios pasos de distancia.
¡Ay que ansiedad! - volvió a decir la bestia, cambiando a su voz áspera y burlona del principio.

Ella volteó a ver a la bestia, quien no se había dado la vuelta y estaba rascándose el brazo izquierdo con suma fuerza; sacó una flauta y se la colocó en los labios, como si fuese a tocar para calmar a la bestia. 
El iPod sonó la alarma. 11:54 p.m. la hora del encuentro había llegado.
La bestia seguía con su sonrisa macabra, pero su mirada estaba triste y uno de sus ojos soltó una lágrima.
De pronto la bestia desapareció corriendo sin voltear hacia la chica. 
La chica empezó a tocar su flauta de una manera tal que el sonido recorría cada lugar del cementerio. 
De pronto una de las garras de la bestia se acercaba a gran velocidad hacia el cuello de la muchacha. Los brazos de la bestia podían alargarse de una manera interminable, estaba claro que era algo sobrenatural no hay criatura conocida que pueda realizar dicho movimiento.
La chica dio un gran saltó sin dejar de tocar su flauta, sonriendo. 
Está aquí para ganar a como de lugar - pensó mientras caía, posándose en una lápida cercana. 
Sabes que si no te acercas no lograrás nada - dijo en voz alta la muchacha, quien había cambiado la expresión despreocupada en su rostro.
Las risas burlonas de la bestia se escuchaban por todos lados, como si fuesen varios rodeándola. 
La chica siguió tocando su flauta, pero con más prisa. 

Aun te toma mucho tiempo tu encantamiento - Era la voz preocupada de la bestia. La chica siguió tocando su flauta.
No puedes demorarte tanto - siguió diciendo la voz preocupada.
¡Qué lástima! - dijo la voz burlona mientras aparecía por los cielos cayendo a toda velocidad sobre la muchacha.

"Liberación de bestia" - dijo la chica al dejar de tocar su flauta; de pronto apareció un enorme oso kodiak en posición bípeda con los brazos alzados al cielo, esperando para sujetar a la bestia que caía hacia ellos. 
La bestia desapreció en plena caída, antes de hacer contacto con el tremendo oso que había aparecido de repente.
La chica sonreía, y siguió tocando su flauta.
¡Muy bien!  Ni yo estoy tan loco como para hacerle frente al kodiak más grande que haya pisado esta tierra - dijo la voz cuerda de la criatura desde lo lejos. 
El kodiak se había quedado parado detrás de la muchacha en dos patas, en posición alerta por si su enemigo se acercaba. Era una criatura enorme de 4.13 metros en toda su extensión. Los más grandes Kodiaks jamás presenciados en la actualidad han medido casi 4 metros. }

"Liberación de bestias" - dijo la chica, dejando de tocar su flauta, con un semblante más relajado.

De pronto aparecieron siete lobos grises alrededor de la muchacha y del kodiak, todos apuntando en diferentes direcciones en posición alerta por si algo se acerca.

Tu olor te delata - dijo la chica, mientras sonreía.
Bien pensado - replicó la voz sensata de la criatura.
Los lobos me tienen miedo - dijo la voz burlona, que parecía que se acercaba.
Ellos son los siete guardianes de los totems de mi pueblo - dijo la chica - están aquí para protegerme, tú no eres rival para ellos.

La bestia volvió a aparecer del suelo cogiendo a dos de los lobos con cada una de sus garras y los aplastó fuertemente. Los otros cinco lobos y el kodiak se lanzaron en contra de la criatura, mordiéndolo en los antebrazos, las piernas, la nuca; y el kodiak le dio con ambas zarpas en el pecho de la criatura. 
Esta se desvaneció, como si se tratase de un fantasma. 
Se escuchó una fuerte risa a los alrededores. Acabe con dos de ellos en un solo ataque - dijo la voz sensata.
¡Dos de siete, quedan cinco! - Dijo la voz burlona, sin poder contener su risa.
Ella volvió a tocar su flauta e hizo que los dos lobos que habían sido atacados se recuperaran.
Hahaha, malgasta toda la energía que quieras en esas bestias - dijo la criatura, riéndose escandalosamente. 
La muchacha tocó su flauta cerrando los ojos.
Tres de los lobos se percataron de lo que estaba por suceder, al parpadear la muchacha; la criatura se había aparecido a medio metro de ella.
Las bestias no podían reaccionar frente a tal velocidad de la criatura, quien había aparecido con la boca abierta, lista para morder en la muchacha.

La muchacha sonrío. ¡Qué desprevenido eres! - le dijo la muchacha.

 Del cuerpo de la muchacha emano un bisonte a todo galope, golpeando fuertemente en el cuerpo de la criatura que grito de dolor y desapareció. 
La chica abrió los ojos y siguió tocando la flauta.

¡Has mejorado bastante! - dijo la voz sensata - liberaste al bisonte sin pronunciar palabra alguna; eso quiere decir que ay lo habías invocado anteriormente y que lo mantenías en modo invisible. 
¡Ooooooh! - gritó la voz burlona, como si no pudiera contener las ganas de matar.